Descripción
¿Hueles eso? Hay algo en el horno que trae recuerdos de fines de semana otoñales. El perfume se mueve perezoso por toda la casa. Es dulce, acaramelado y frutal.
Son las manzanas asadas.
Salen humeantes, burbujeantes, tiernas. La manzana es la fruta que gusta fresca y crujiente, pero cuando se convierte en postre, en golosina… entonces no tiene rival.
Si se trata de hornear, entonces hablamos de manzana reineta. Tiene un aspecto rústico, de piel áspera y con una pulpa densa de sabor ácido en crudo.
Que no te confunda. Esconderse tras esa máscara es su secreto.
El secreto de la manzana reineta está en cómo se transforma al calor. La dura pulpa se convierte en una carne tierna y casi cremosa. Sus azúcares naturales brotan y se mezclan con los matices de fruta y de los ingredientes que la acompañen.
La reineta reina en tartas y asada, forma ricas compotas y rellenos y resalta recetas saladas. Pruébala salteada con mantequilla y especias como una guarnición elegante.
Los postres son una manera estupenda de beneficiarse de las propiedades de la manzana reineta. Es digestiva, diurética y depurativa. Regula el tránsito intestinal, protege la salud cardiovascular y ayuda a controlar el nivel de azúcar en sangre y el colesterol.
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